Nunca me sentí cómodo con estos ejercicios autorreferenciales.
Algo de eso esta en la corta duración de mi presentación. Eso y la necesidad persistente de que todo salga bien, que no haya errores, que no se dilate ese tiempo. El tiempo en pantalla lo dice todo. Todo queda expuesto en el tiempo.
De todas formas, a pesar de mi pesimista entusiasmo, creo que es un buen punto de partida, una forma de empezar a conocer a un otrx.
En el ejercicio presento, como indica, algo de ello, de lo espontáneo con lo que cargo en el teléfono. Fotos improvisadas que aparecen de repente de personas cercanas y cosas del ámbito laboral. Esta última es casi una herramienta, una manera extraña de mostrar lo que somos también. Muchas veces, apenas una herramienta. En mi caso, se vuelve la descripción de una técnica, soy una herramienta en una cadena de montaje, teatral en este caso. Pero también el eslabón de una cadena de relaciones sociales, aferradas entre ellas por sentimientos y lazos sanguíneos. Dentro de una especie de adn social, como la construcción de este video. Un pequeño engarce mas, entre los presentes.